El
síndrome de Solomon o el miedo a brillar.
Hace
unos días, llegó a mis manos un artículo en el que nos hablaba, a nivel
laboral, del Síndrome de Solomon.
Era
muy interesante, ya que dicho fenómeno creo que no solo afecta al mundo
laboral, sino también a cualquier área social en la que nos movemos, ya sea en
el colegio, con los amigos, por su puesto en el trabajo.
“El
síndrome de Solomon es el fenómeno a través del cual, la presión social nos
lleva a decir y hacer cosas ajenas a nuestra voluntad por el deseo de ser
aceptados en el grupo y en especial por miedo”, viene su nombre gracias a los
estudios que realizó el polaco Solomon Asch, sobre 1951, que demostraban
significativamente el poder a la “conformidad” en los grupos.
El
experimento era muy fácil, cogió a un grupo de personas, en las que todos
excepto uno eran cómplices. Les mostraba a todos dos cartas, en una de ellas
tan solo aparecía una línea recta vertical. En la otra, aparecían tres líneas
rectas verticales y de distinto tamaño. Solomo Asch, preguntaba a todos y cada
uno de los componentes del grupo que línea de la segunda carta correspondía de
igual tamaño a la línea de la primera carta, y todos los cómplices tenían la
obligación de decir una respuesta incorrecta. Pues bien, la única persona que
no era cómplice, sabiendo que la respuesta no era correcta, por miedo a fallar,
o por “conformidad”, decía la misma respuesta incorrecta.
Pues
bien, esto mismo que he descrito antes, ocurre todos los días en muchas
empresas, grupo de amigos, etc, donde las personas por miedo o por conformidad,
son capaces de adaptarse al grupo con tal de no destacar, con tal de no
brillar.
Decía
el artículo que “el miedo que se esconde por la posibilidad de ser criticados
es el mismo miedo que nos impedirá alcanzar el éxito”
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