¿DE QUÉ COLOR ES TU CUELLO?
Hace
unas semanas, leí un artículo muy interesante de Sonia Rodríguez (colaboradora
de la revista digital “rrhhmagazine”) titulado “Mi cuello no tiene color”. En este
artículo hace mención a la manera que tienen algunas empresas de etiquetar a
los trabajadores en función de su tarea, responsabilidad o función dentro de un
organigrama.
Por
lo que parece a principio del siglo XX, las empresas industriales, nombraban a
los trabajadores como “blue collar” (cuello azul) a aquellos trabajadores de
jerarquía baja, en definitiva, a los “operarios de campo”. El motivo era porque
llevaban un mono de color azul. En cambio se le nombraba a los trabajadores de
jerarquía alta, ya fueran administrativos, jefes, encargados, directivos, técnicos,
como “White collar” (cuello blanco), ya que vestían con camisas blancas.
Para
empezar, creo que eso de mencionar la palabra “jerarquía” ya se ha quedado un
poco obsoleta.
Considero
que en estos tiempos, las empresas deberían de prepararse para poder afrontar
nuevos retos, nuevas “reglas de juego”, donde la diversidad y la diferenciación
van a ser las claves para que sean más competitivas.
Está
visto y comprobado, que cuando las compañías apuestan por la opinión y la
diversidad de sus trabajadores pueden ver desde distintos puntos de vista los
problemas que se generen, obteniendo muchas más alternativas para afrontarlos.
A
pesar de esto, aún existen empresas que marcan una jerarquía para establecer
responsabilidades. No me parece mal. Pero creo que la opinión de los
trabajadores, independientemente del color de su cuello, puede que sea una
ventaja frente a sus competidores para hacerlas más fuertes.
Por
cierto, ¿de qué color es tu cuello?..... espero que no tenga color.
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